Ya va siendo hora de hablar del enfoque. De poco sirve profundizar en la exposición y demás factores sin saber como y porqué se deben enfocar las fotografías.
Incluso nosotros necesitamos enfocar para poder ver algo de forma nítida. Lo mismo sucede con nuestra cámara, este proceso que para nosotros es algo intuitivo y no nos percatamos de como lo hacemos, pero cuando acercamos un objeto, podemos ver como al mirarlo vemos todo lo demás desenfocado. Acércate un lápiz a pocos centímetros de tus ojos y lo verás.
Con nuestra cámara el proceso suele ser automático, apretamos el disparador hasta la mitad y vemos esa luz verde encendida o redonda que deja de parpadear y podremos disparar, ¿pero sabemos lo que estamos haciendo y enfocamos a lo que deseamos? Expliquemos el proceso y como hacerlo menos automático.
Antes de empezar debemos tener en cuenta que no es lo mismo una fotografía mal enfocada que movida pese a que puedan parecerse. Una fotografía movida es aquella que ha trepidado al ser disparada, ya sea porque nos estábamos moviendo o por disparar a una velocidad muy lenta. En otro post explicaremos como evitarlo.
Debemos entender un par de conceptos respecto al enfoque. El enfoque se realiza en relación a una distancia, es decir, si enfocamos a un sujeto que se encuentra a cinco metros, todo lo que esté a esa distancia estará enfocado, pero lo demás no. Esto debe quedar muy claro, de hecho en los objetivos profesionales, al enfocar nos indica a que distancia estamos enfocando de manera que podemos hacer lo contrario, enfocar manualmente si sabemos la distancia a la que se encuentra lo que queremos capturar y tan solo encuadrar y disparar.
El segundo concepto que tenemos que tener muy claro es el de la profundidad de campo. Cuanto más cerremos el diafragma más distancia tendremos enfocada, esa distancia es mayor en la zona posterior al sujeto que en la de delante, de tal forma la distancia enfocada por detrás es el doble que delante. De esta forma, para fotografiar un paisaje, necesitaremos mucha profundidad de campo para tenerlo todo enfocado y por el contrario para un retrato, si queremos desenfocar el fondo abriremos el diafragma al máximo para reducir la profundidad de campo al mínimo.
Dependiendo del modelo de nuestra cámara tendremos el botón de enfoque en el de disparo, de forma que al apretarlo hasta la mitad, la cámara buscar el punto de enfoque que tengamos marcado y tratará de enfocar lo que haya en él. Hay cámaras con tres, once, veinte, treinta, cincuenta… dependiendo del modelo tendremos más o menos. ¿Son útiles? Sí y no. Dependiendo de que tipo de fotografía que vaya a hacer los uso o no. Cuando quiero hacer retrato sólo uso el central, enfoco y reencuadro. En cambio si estoy en un concierto si busco un punto de enfoque que se sitúe en la cara o en otro lugar que me interese sin tener que reencuadrar ya que el sujeto se está moviendo y no podría hacerlo sin arriesgarme a perder el enfoque.
En otros modelos, los más avanzados, no tenemos únicamente el botón de disparo para realizar el enfoque. Canon tiene un botón al que podemos asignarle varias funciones, una de ellas es la de realizar el enfoque, Nikon asigna un botón para ello. Al hacerlo ganamos el poder enfocar cuando queramos al margen de si vamos a disparar o no. Para reencuadrar usando el mismo botón estamos obligados a pulsar el botón de bloqueo de enfoque AF-L, separándolo no, y es mucho más práctico.
Dependiendo de la marca tenemos varios métodos de enfoque, pero podemos resumirlos en dos, enfoque con servo único (puntual) o servo continuo (continuo), el automático lo dejo de lado ya que si escapamos de los automatismos, no vamos a usarlo para el enfoque.
El enfoque con servo único (AF-S) sirve para tomas estáticas o aquellas en las que el sujeto no esté en movimiento, como comentaba al inicio, al pulsar el botón de enfoque o de disparo a la mitad, la cámara buscará en nuestro punto de enfoque y lo enfocará si puede. Una vez enfocado este no variará y no deberemos alterara la distancia respecto al sujeto, todo lo que esté a la misma distancia estará enfoco. una vez enfocado podemos recomponer si es necesario.
El enfoque continuo (AF-C) como su nombre indica es continuo, se usa para enfocar a sujetos en movimiento, una vez enfocado la cámara intenta seguir enfocándolo una y otra vez para poder hacer la fotografía con el sujeto enfocado. Hemos de tener en cuenta que aquí entran en juego varios aspectos. El método usado por la cámara, que los podemos configurar para que realice más rápido o más lentamente los enfoques, es decir que tarde más o menos entre un intento y otro, para sujetos más rápidos deberemos tenerlo al mínimo de tiempo, lógico, ¿no? También tiene mucho que ver si el objetivo es rápido o lento y en ello interviene como de costumbre el precio.
¿En que situaciones nuestra cámara no lograra enfocar? Pensemos que entre los sistemas usados por las marcas, siempre hay un elemento en común. Que es necesario un contraste entre el sujeto y el fondo, es decir, una persona vestida de blanco sobre una pared blanca será complicada de enfocar. Y por otro lado, la luz. Sin luz, la cámara no ve, de manera que la cámara no es capaz de separar sujeto de fondo y no enfocará.
Normalmente en servo único el cuerpo tiene una luz de ayuda al enfoque, al igual que los flashes de mano. Otra solución es iluminar el sujeto con una linterna.
A partir de ahora… ya no hay escusas para no enfocar correctamente nuestras fotografías.